miércoles, 30 de septiembre de 2020

Andreas Mortiz


 

Para dejar atrás la época de los conflictos y la ignorancia, hemos de aprenderlo todo de nuevo. (…) Lo importante ahora es que dejemos de dudar de nuestra capacidad. (…)

Si te permites experimentar el miedo permaneciendo con el problema de principio a fin, puedes salir de él enriquecido, con más confianza en ti mismo y con oportunidades en la vida mucho mejores que antes. (…)

La auténtica abundancia es la confianza total en que estoy en el lugar y el momento adecuados. (…)


Una persona que escoge el amor como fuerza motriz a la hora de ver y afrontar la situación general del mundo nunca ve injusticias; solo motivos para perdonar y oportunidades para mejorar. (...)

Todo lo que aprecias o reconoces en los demás, también lo valoras en ti mismo, y todo lo que compartes con los demás se fortalece en ti. (…) Los demás me valoran en proporción directa a como me valoro yo. (…)


Sé que cualquier cosa que me moleste está relacionada conmigo a través de la ley de causa y efecto, lo que me proporciona una oportunidad única para reparar el mal que he hecho en alguna parte, en algún momento del pasado. Eso me llena de gratitud. Soy responsable de todo lo que ocurre en mi vida y, por tanto, estoy motivado para saldar cualquier deuda pendiente.”

(Andreas Moritz)


Señor, haz de nosotros instrumentos de tu paz” (San Francisco de Asís)


Todas las situaciones de la vida, independientemente de su naturaleza, están orientadas para alcanzar y encontrar la unidad que abandonamos.

La dificultades con que nos encontramos en el camino de regreso a la unidad nos pueden proporcionar los mejores peldaños hacia una vida llena de significado. (...)


Tomar decisiones conscientes sobre cómo queremos que sea nuestra vida es lo que determina como será. (...)


Siento gratitud por los períodos difíciles de mi vida, pues me proporcionan la oportunidad de hacerme más fuerte y más sabio.” (Andreas Moritz)


Ahora, sonríete a ti mismo ¿Qué valor tiene un diamante si no brilla?” (Rumi)


Por el simple hecho de existir , ya cumples tu cometido y tu propósito (…) no dudes de tu valor (…) Bebe profunda y continuamente del cáliz de la vida y comparte tus dones con todos los que te rodean” (Lily- Lillian Maresch)


Somos amados.


Foto: Retrato de Andreas Moritz, lápiz y acuarela.

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