sábado, 27 de noviembre de 2021

Chimamanda Ngozi Adichie


 

La definición que doy yo es que feminista es todo aquel hombre o mujer que dice: <<Sí, hay un problema con la situación de género hoy en día y tenemos que solucionarlo, tenemos que mejorar las cosas.>> Y tenemos que mejorarlas entre todos, hombres y mujeres. (…) El problema del género es que prescribe cómo tenemos que ser, en vez de reconocer cómo somos realmente. Imagínate lo felices que seríamos, lo libres que seríamos siendo quienes somos en realidad, sin sufrir la carga de las expectativas de género. (…) Un mundo de mujeres y hombres más felices y más honestos consigo mismos. (…) La cultura no hace a la gente. La gente hace la cultura. Podemos y debemos cambiar nuestra cultura.”

(Chimamanda Ngozi Adichie)


"El feminismo siempre es contextual.
No tengo una norma grabada en piedra. ¿Cuál es la premisa. Yo importo.
Sé una persona plena (qué cosa tan magnífica has hecho, traer al mundo a un ser humano) pero no te definas únicamente por ello. Sé una persona plena. Beneficiará a tu hija. (...) Todo el mundo tendrá una opinión de lo que deberías hacer, pero lo importante es lo que tú quieras y no lo que los demás quieran que quieras. Por encima de todo, céntrate en ser una persona plena. Tómate tiempo para ti. Cultiva tus propias necesidades. (...) Hacedlo juntos. ¿Te imaginas cuánta gente sería mucho más feliz, más estable, colaboraría mejor en el mundo, si sus padres hubieran sido presencias activas durante su infancia? (...) Enséñale a rechazar la obligación de gustar. Enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Queremos que nuestros seres más próximos nos animen a ser auténticos. Para asegurarte de que no hereda la vergüenza de ti, tendrás que liberarte de la vergüenza que has heredado. Enséñale que amor no es sólo dar, sino también recibir."
(Chimamanda Ngozi Adichie)

Delphine De Vigan


 

¿Os habéis preguntado alguna vez cuántas veces al día dais las gracias? (…) Infinitas gracias. Unas gracias sinceras. “

(Delphine De Vigan. Las gratitudes)

pues vivir es saber que todo instante de vida es un rayo de sol (…) Es saber ser agradecido.” (François Cheng)



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“Me da miedo equivocarme. Repetir los mismos errores, o que se repitan aunque yo no quiera, como una maldición, como una fatalidad, algo que estuviera ahí, en la sombra, en el recuerdo, en la sangre, en la historia de la humanidad, algo contra lo que no puede hacerse nada (…) el dolor del niño que fueron sigue ahí. Intacto. (…) Abre los brazos y los cierra de nuevo sobre su propio cuerpo, abrazándose a sí misma por un instante, como si quisiera retener a alguien o acunar a un niño.”
(Delphine de Vigan. Las gratitudes)

“De adultos seguimos arrastrando su huella. Hay algo que se queda. Cuando fui madre imaginé que convertirse en adulto sería desembarazarse de esas huellas. Pero he comprendido que los dolores que no se atienden no cicatrizan. (…) Poder decir o escribir las cosas ayuda. (...) Lo que transmitimos a nuestros hijos es nuestra manera de asumir nuestros propios fracasos. Para mí ha sido muy importante ser una madre benévola. Buena, no sé, pero al menos amorosa. Creo que la herida mayor de una infancia es no haber sido amado. Lo más difícil es sobreponerse a la falta de amor.” (Delphine de Vigan. ElPaís)

“Todos llevamos impresa la mirada que se posó en nosotros cuando éramos niños o adolescentes” (Delphine de Vigan)




Marina Abramovic




 “Hay una frase sufí maravillosa que dice: "Lo peor es lo mejor". 

(…) Estoy muy interesada en el tránsito entre la vida y la muerte. (…) Nací en un cuerpo de mujer, pero el arte no tiene sexo, es universal, no importa si hay un hombre o una mujer.” (Marina Abramovic)


“Sentimos lástima de nosotros mismos y es una tontería. Tenemos dentro una energía increíble y no la usamos. (…) En cada molécula de nuestro cuerpo tenemos energía extra que nunca usamos. (…) Creo que el erotismo es muy importante porque la energía principal que tenemos en nuestro cuerpo es una energía sexual. Luego depende de nosotros cómo transformamos esta energía. Puede ser a través de la violencia, la guerra, el asesinato, la ternura, el amor o la espiritualidad.” (Marina Abramovic)


“El estado más natural del cuerpo humano es el desnudo (...) No me importa nada envejecer. (…) Lo bueno de hacerse vieja es que puedes disfrutar de verdad, porque no estás tan apegada a las emociones. Tienes más risa en tu vida. (…) Ahora me encantan los chistes, los chistes "sucios". Pero cuando era joven todo era tan dramático, demasiado serio. ¡Lloré tanto en aquella época! (…) No me interesa la violencia por sí misma. Me gusta escenificar situaciones dolorosas frente a una audiencia porque tememos el dolor, la muerte y el sufrimiento en nuestras vidas. Al comprender el dolor, te liberas del miedo al dolor.” (Marina Abramovic)


“Nuestro celular se volvió algo que no conseguimos separar de nuestro cuerpo, como si fuera una extensión de él. Tenemos que encontrar la manera de desintoxicarnos de la tecnología lo antes posible, para usarla con los fines adecuados, para aquello para lo que la necesitamos.” (Marina Abramovic)


sábado, 20 de noviembre de 2021

domingo, 14 de noviembre de 2021

Gritos y susurros, dibujo nº2


 

"Cualquier clase de inhumanidad se convierte, con el tiempo, en humana." 
(Yasunari Kawabata)


El acorazado Potemkin


 


“¡Todo es santo! ¡todos son santos! ¡todos los lugares son santos! ¡todo día está en la eternidad! ¡Todo hombre es un ángel! (…)
¡Santo perdón! ¡compasión! ¡caridad! ¡fe! ¡Santos! ¡Nosotros! ¡cuerpos! ¡sufriendo! ¡magnanimidad!
¡Santa la sobrenatural extra brillante inteligente bondad del alma!”

(Allen Ginsberg. Aullido)


Escaleras prodigiosas

El hombre empezó a albergar deseos de trascendencia (…) concibió rudimentarias escaleras (...) acaba de inventar el instrumento que le conduciría al cielo y al infierno. (...) Recuerdo mi escalera favorita al cielo: estaba formada por los descomunales peldaños, sepultados en parte por la vegetación, que conducían a lo alto de una de las pirámides de Tikal, el recinto maya de la selva de Guatemala. Encaramado en el piso más elevado tal vez no divisaba exactamente el cielo, pero sí un paisaje que se le parecía mucho. También recuerdo haber visitado una escalera al infierno. Por ella, en el campo de concentración de Mauthausen, los prisioneros transportaron los pesados materiales que acabarían aplastándoles, si antes no morían de extenuación, hambre o debilidad. Sísifo en los tiempos de la muerte en masa. (…) inquietantes caminos hacia el todo o la nada. Hacia la nada, precisamente, conduce con una maestría inigualable Giovanni Battista Piranesi, cuya serie de grabados Cárceles imaginarias encierra la mayor variedad posible de escaleras vertidas al vacío, una pesadilla del subsuelo que ha conmovido a tantos escritores y pintores. Y a algunos cineastas: Éisenstein, gran maestro él mismo de la escenografía de la escalera -El acorazado Potemkin, Octubre- se confesaba abierto deudor de las febriles creaciones de Piranesi. En ninguno de sus escritos, sin embargo, como en El Aleph: 'Bajé secretamente, rodé por la escalera vedada, caí. Al abrir los ojos, vi el Aleph. Sí, el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos'.

(Rafael Argullol)


sábado, 13 de noviembre de 2021

Mariana Enríquez


 

Tenía que dejar de pensar. La intuición le llegaba cuando era capaz de desviar su atención: era una regla y funcionaba. (…) Hicieron todo el camino despacio porque Gaspar se quedaba estudiando cada animal que veía; los coatíes, un lejano tucán sobre un árbol, las lagartijas quietas. (...) Alrededor todo era opulento y terrible: los árboles que tocaban el río, a lo lejos la selva oscura, el agua enorme y veloz. (…) una sequía había dejado al desnudo los lechos secos, colorados; alguna catarata aún caía, fina como un manantial, doméstica como una ducha. Él había ido a ver ese paisaje del fin del mundo.”

(Nuestra parte de noche. Mariana Enríquez)



Tomó un puñado de ceniza (…) para dibujar el signo de la medianoche (…) Lo hacía todas las noches con idéntico resultado: el silencio. Un desierto de arena fría y estrellas opacas (...) la respuesta era siempre la misma: el viento sobre el vacío.” (Nuestra parte de noche. Mariana Enríquez)


Karl Ove Knausgård


 

Sólo contemplaba esa ardiente bola roja en el cielo, y la alegría que sentía era tan intensa y se presentaba con tanta fuerza que no se podía distinguir del dolor. Lo que estaba experimentando me pareció de una importancia enorme. De una importancia enorme. Al acabar ese instante, la sensación de importancia no disminuyó, pero se convirtió de repente en algo incolocable: ¿Qué era exactamente lo importante? (…) El sentimiento era parecido al que algunos artistas podían despertar en mí. El autrretrato de Rembrandt (…) Turner (…) el cuadro de Caravaggio de Cristo en el huerto de Getsemaní. Veermer.”

(Karl Ove Knausgård)