Alice Walker

 

“Ya no escribo más a Dios. Te escribo a ti. (…)

Habla Shug: Si Dios me quiere, no tengo que hacer nada. A no ser que lo desee. Hay otras muchas cosas que yo puedo hacer y que me figura que le gustan. (…) Tumbarme a admirar lo que veo. Ser feliz. Pasarlo bien. (…) Dios está dentro de ti y dentro de cada cual. Tú vienes al mundo con Dios. Pero solo lo encuentra aquel que lo busca dentro de sí. Y a veces se manifiesta aunque tú no lo busques o no sepas lo que estás buscando. A la mayoría de la gente eso le ocurre a través de una desgracia. De una pena. Cuando se sienten hechos polvo. (…)

¿Qué aspecto tiene? Ninguno. No es cosa de cine. Es algo que no puedes separar de las demás cosas, incluida tú misma. Dios lo es todo. Todo lo que es, ha sido o será. (…)

El primer paso para desterrar la idea del anciano blanco lo di gracias a los árboles. Un día, estando sentada en un rincón, sintiéndome como una niña sin madre, pues lo era, me pareció que se me abrían los ojos y me vi formando parte del todo y no separada. Pensé que si clavaba un cuchillo en una árbol me sangraría el brazo. Y eché a correr por toda la casa, riendo y llorando. Entonces supe lo que era. Y es que, cuando eso te pasa, no puedes dejar de notarlo. Es como ya sabes qué. Y sonriendo me acarició en lo alto del muslo. (…)

Oh, a Dios le gusta que la gente goce. Es uno de sus mejores dones. Y cuando te das cuenta de que le agrada, tú gozas el doble. Te relajas, te sueltas y alabas a Dios porque le gusta lo mismo que a ti. (…)

Dios ama todo lo que amas tú, además de otras cosas. Pero lo que más le agrada es la admiración. (…)

le gusta compartir lo bueno. A mí me parece que Dios se mosquearía si al pasar por un campo no vieras el color púrpura. ¿Y qué hace Dios cuando se mosquea? Oh, seguramente busca otra forma de agradarte. (…) Dios quiere contentarnos. Siempre está dándonos pequeñas sorpresas cuando menos lo esperamos. (…)

Cuando te pongas a rezar y, ¡zas!, se te coloque delante el hombre, tú lo mandas a paseo. Y piensa en las flores, el viento, el agua o en un pedrusco. (…)

Habla Celie: Yo ni rezo casi. Cada vez que pienso en un pedrusco, es para tirárselo a alguien. Amén.”

(El color púrpura. Alice Walker)

“Querido Dios. Queridas estrellas, queridos árboles, querido cielo, querida gente. Querido Todo. Querido dios.” (Alice Walker)