viernes, 29 de marzo de 2019

Barry Long




Cuando eres sincero contigo mismo, tus problemas desaparecen. (…)
Si eres infeliz con tu vida, estás eludiendo la responsabilidad por ella.
Tienes que negarte a seguir transigiendo con lo que te está haciendo infeliz. (…)
La montaña de dificultades que parecía amenazarte cuando rompiste con la transigencia (…) no es otra cosa que tu miedo. (…)
lo interior controla lo exterior (...)
O se es sincero ahora o no se es. No se puede ser sincero ayer o mañana. (…)
Tú y la ley sois uno, aunque puede que todavía tampoco lo sepas. (…)
La principal barrera de la verdad es el miedo, junto con el deseo de permanecer físicamente cómodo y emocionalmente seguro; estas son las condiciones que están haciéndote infeliz constantemente. (…)
O bien mueres (por ser sincero) o no mueres (por ser sincero). O mueres a la persona que eres, o no. O mueres a la ignorancia a la que te aferras, con la que estás transigiendo como si fuera tú mismo, o no. Si mueres a ese yo personal, si afrontas su falsedad, renaces inmediatamente, te liberas instantáneamente de esa parte de la antigua persona o falso yo que eras. Si no mueres a él, continúas viviendo como la misma antigua persona, el mismo antiguo problema agotador del que no puedes escapar. (…)
la persona es la causa de todo el sufrimiento (…)
Yo muero ahora; no en agonía, no en dolor, sino en vida consciente, muero a todo excepto a lo que es. Y muriendo diariamente a mi infelicidad, muriendo por la vida, finalmente me doy cuenta de la increíble verdad: la muerte no existe. Lo único que muere es el miedo a la muerte. Sólo muere el miedo. Y la muerte del miedo es liberación.”
(Barry Long)

No hay comentarios:

Publicar un comentario