1 “El sentimiento es la capacidad para valorar; el estado de ánimo es verse superado o poseído por la feminidad interior. Sentir es el sublime arte de tener una estructura de valores y conciencia del sentido de las cosas: a qué pertenecemos, a qué debemos lealtad, dónde está nuestras raíces. Tener un estado de ánimo es ser presa de la faceta femenina de nuestra naturaleza, verse arrollado por un elemento irracional que hace estragos en la vida exterior de un hombre. La faceta femenina de un hombre sirve para ponerlo en contacto con las profundidades de su ser interior y tender un puente con su yo más profundo.
Un hombre tiene que elegir entre sentimiento y estado de ánimo. Si se sume en uno, no hay lugar para el otro. Si un hombre es presa de un estado de ánimo queda automáticamente privado de la capacidad para experimentar la relación y la creatividad. (...)
Un hombre presa de un estado de ánimo es un reloj de sol que con la luz de la luna no da la hora correcta. (...)
La peor característica de la posesión por el estado de ánimo es la que nos priva por completo de la capacidad para ver el sentido de las cosas. (...)
Cuando un hombre es presa de un estado de ánimo, no es el dueño de su casa interior. (...)
La mitología describe el combate del héroe con su ser interior como el encontronazo con el dragón.”
(Robert A. Johnson)
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