“Un día, después de que esta representación teatral haya terminado, Él nos dirá a cada uno de nosotros: <<Me escondí de ti a por largo tiempo, no para torturarte sino para hacer que nuestro encuentro final fuera fulgurante y hermoso. Después de que permanecieras buscando durante encarnaciones enteras, por fin has llegado a Mí, y con gozo te doy la bienvenida a Casa. Hace mucho tiempo que te espero. Tú no fuiste el único que buscó. A lo largo de todas las experiencias de tu vida, fui Yo -bajo el disfraz de los diferentes amores de la familia y los amigos- quien te persiguió a ti. Estuve pendiente de ti y te esperé con más entusiasmo que el que tú pusiste en buscarme. En muchas ocasiones me olvidaste, pero Yo no podía quitarte de mi pensamiento, hijo mío. Mi bienamado, gracias a tu libre albedrío, por fin has regresado a Mí. Jamás volveremos a separarnos>>.” (Paramahansa Yogananda)
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