“Jean Klein no pedía nada. Es lo que me marcó más en él. No te pedía que cambiaras. No tenía ninguna violencia hacia nuestros comportamientos. (…) ¡Es un respeto extraordinario! (…) Entrabas en su habitación: se maravillaba por tu belleza, no veía nada más. (…) Esta atmósfera de no-demanda creaba una forma de resonancia. Ciertas personas que habían pasado su vida queriendo cambiar, purificarse, se despertaban en una especie de respeto por sí mismas.” (Éric Baret sobre Jean Klein)
Acuarela, septiembre de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario