sábado, 13 de noviembre de 2021

Karl Ove Knausgård


 

Sólo contemplaba esa ardiente bola roja en el cielo, y la alegría que sentía era tan intensa y se presentaba con tanta fuerza que no se podía distinguir del dolor. Lo que estaba experimentando me pareció de una importancia enorme. De una importancia enorme. Al acabar ese instante, la sensación de importancia no disminuyó, pero se convirtió de repente en algo incolocable: ¿Qué era exactamente lo importante? (…) El sentimiento era parecido al que algunos artistas podían despertar en mí. El autrretrato de Rembrandt (…) Turner (…) el cuadro de Caravaggio de Cristo en el huerto de Getsemaní. Veermer.”

(Karl Ove Knausgård)




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