“¿Estamos viviendo en un futuro que todavía no tenía que tomar forma? (...)Tormentas e incendios descontrolados y evacuaciones, tifones, tornados, sequía, niebla espesa, aire fétido. Corrimientos de tierras, tsunamis, ríos que desaparecen, casas que se hunden, edificios enteros que se vienen abajo, cielos tapados por la polución. Y lo que está más fresco en nuestro recuerdo, el virus, la plaga, el desfilar por las terminales de aeropuertos, las mascarillas, las calles de las ciudades vacías. (…) Peligros en todos los niveles. Comer, beber, invertir. Respirar, inhalar, introducir oxígeno en los pulmones. Caminar, correr, quedarse quieto. Y ahora en la nieve más pura de los bosques alpinos, de los yermos árticos. Plásticos, microplásticos. En nuestro aire, en nuestra agua, en nuestra comida.”
(Don DeLillo)
“Siempre hay gente mirando sus teléfonos, mañana, mediodía o noche, en mitad de la acera, sin ver a todo el mundo que pasa a su lado, gente absorta, mesmerizada, consumida por el dispositivo (...) Estábamos encaminados a esto. Ya desprovistos de asombro, de curiosidad.” (Don DeLillo)
“Nos están zombificando (…) nos están estupidizando (…) Imaginemos que no somos lo que creemos ser. Que el mundo que conocemos está siendo completamente reestructurado mientras estamos aquí mirando o sentados y hablando. (…) Seguimos siendo personas, las esquirlas humanas de una civilización.”
(El silencio. Don DeLillo)
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