“El término marasmo se deriva de un vocablo griego que significa consunción y se refiere a una enfermedad que provoca la muerte de los niños que no reciben el adecuado contacto. Hace ya casi cincuenta años que el doctor René Spitz descubrió que más del 30 por ciento de los niños recluidos en orfanatos y despojados del contacto, el cuidado y el afecto del cuidador, no sobrevivieron a su primer año de vida, a pesar de que se hallaran en un entorno materialmente higiénico, de que estuvieran bien alimentados y de que recibiesen excelentes cuidados médicos.
En el nivel más instintivo, el contacto físico resulta esencial para salvaguardar la vida humana, puesto que proporciona al niño un alimento tan necesario para el bienestar como pueda serlo la comida. En un nivel todavía más profundo, sin embargo, la intimidad del contacto también permite que el individuo desarrolle una sensación de mayor vitalidad, hasta el punto de que bien podría decirse que el contacto nos da vida.” (Mariana Caplan)
“Hay ocasiones que el viaje más largo que podemos hacer consiste en recorrer la escasa distancia que separa la cabeza del corazón.” (Elena Avila)
“El contacto real no es nada más – ni nada menos- que una apertura del corazón y una relajación de los mecanismos que nos impiden amar y ser amados.” (Mariana Caplan)
Libro: “Tocar es vivir” de Mariana Caplan. Ediciones La Llave.
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