sábado, 23 de febrero de 2019

Swami Vivekananda



El océano de perfección
“Y así concluye la tarea de la naturaleza, esta tarea altruista que nuestra dulce niñera, la naturaleza, se había impuesto. El alma se olvidó de sí misma y la naturaleza la cogió de la mano suavemente y le mostró todas las experiencias del universo, todas las manifestaciones, elevándola cada vez más por los diversos cuerpos, hasta que recuperó su gloria perdida y recordó su naturaleza divina. Entonces la amable madre regresó por donde había llegado a por aquellos que también habían perdido la orientación en los desiertos vericuetos de la vida. Y, por tanto, la naturaleza trabaja sin principio ni fin. Y el infinito río de almas fluye al océano de perfección, a la autorrealización, a través del placer y del dolor, del bien y del mal. Gloria a aquellos que hayan realizado su naturaleza. ¡Que nos den sus bendiciones!”
(Vivekananda)


"Detrás de nosotros hay una especie de océano infinito, y tú y yo somos como las olas numerosas que salen del mismo; y cada uno hace lo que puede por manifestar ese infinito fuera.(...) De manera consciente o no, todos los seres humanos están tratando de desplegar esa divinidad. (…) Tú podrás ser un ángel puro y yo tal vez sea el más oscuro de los demonios. Sin embargo, mi derecho de nacimiento es ese océano infinito de Existencia (Sat), Conocimiento (Chit) y Dicha (Ananda).”
(Vivekananada)

Acuarela, febrero de 2019.

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